La noche se asienta en el cielo y las nubes se llenan de una oscura luz que brilla con la luna, ella con mirada vacilante, comienza a buscar auna imagen que no encuentra a lo lejos, mientras que su cuerpo semi desnudo se exhibe en la venta de su cuarto, todo está tranquilo y la misma acción rapida.
Hace ya hacía tiempo que no escuchaba los momentos de la radio, cuando comenzaban a sonar una melodia conocida, no si fue por suerte que se me aproximo el deseo de pensar que lo mejor sería apagarlo, pero mi madre quien gusta de musica mañanera, me quito la mano del encendido, y sin mirarme, me trajo una cuchara en la boca con sabor agridulce, diciendome: -he comprado unas, estan en la bolsa, ve y coge las que quieras-, yo que no solía comer esos majares de pequeño, me di media vuelta y sin pensar en el que dira mi madre, me aleje de la ella, rumbo a la calle, donde una maquina con ruedas, pintaba la calzada de un ollin negrusco, no me atreví a mirar con detenimiento y me fui de ahí, en aquel momento una señora en medio de la calle sacaba un pequeño aparato que acaba de comprarse y, por casualidad su menor hijo dejo fuera, donde el color grasiento de la brea había cubierto del todo; ella que sacaba y en el auxilio, otro de los vecinos que miraban la esena, pasaban la voz a los maquinis...
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