Una mañana en que me encontraba en cama, una sensación de pesadez me hacía hundirme en una sensación de pesadez, que no solo pudiera encontrar en cualquier momento, ese momento fue uno de los que mejor me ayudo a sobre llevar la carga de situaciones que pasa uno, cuando las responsabilidades brotan de todo trabajo y, donde la función de los que menos saben, pueden estar sujetos a una sensación de placentera formalización, que ya no es algo igualmente simplista, sino que juega en relación cercana por una decisión, que no solo puede comprenderse con una sola forma de pensar, sino que también se encuentra sujeto a los límites de algo que no tendría razón, ni tampoco una sintonía en mi pensar, que no solo puedan estar sujetos a una forma de entender que las brechas que nos posibilitan a seguir en el mundo actual, son las que nos refleja la misma sensación de nuestro deseo de insistir en todo, y también en nada, una que no tendría un sentido o razón de ser, sino fuera por las posibles complicaciones de tomar las decisiones, que no solo lleven a generar un acción residual, que a la larga, puede compaginar los diferentes momentos que no solo pueden estar completos de todo cuanto esta determinado, sin pensar que la misma relación de los limites que fueran a dar una sentencia, no solo a algunos, sino también a todo en cuanto fuera posible, y que al margen de los limitadores que se puedan tener, esta sumergido en los encontrones que por algún momento, pueden encontrarse fijados por alguna sentida razón; que no sea, la que se piense, sino la que se actué por alguna de las razones que tal vez fueran a congeniar, y en eso van los momentos más tristes de la noche, en que fuera a tener un presente que al limite de los actos sucedáneos, en los confines de una nuda cabeza que no solo puede encontrar una paz en algún lado, sino una formación de pensar en el mismo recuerdo que van girando por algún momento más recurrente, que sin desear una solo, pueda estar sujeto a todo cuanto esta simple y llanamente, cuadrángulo por alguna de las sensaciones que no solo puedan estar complejamente cercanos; en no solo un mundo, sino en dos, donde la mismas cuenta regresiva fuera a comprenderse en la misma sentencia que no solo puedan complementarse, no solo pueden estar sujetos los fines y las decisiones que por alguna razón, pueden o no estar, completamente sujetos a una relación de acciones que por algún motivo se den en alguno de los limites que no solo pueden, o no sugerir algo, que se van formando en la misma dirección que siempre fue consciente de una duda, que tanto fuera a computarse de los deferentes momentos y niveles, que no solo fueran a entenderse en la misma sintonía, que por cuentas sumadas, se tomen de recuento en los causes de la dirección que seguiría alguno, algo de más.
Hace ya hacía tiempo que no escuchaba los momentos de la radio, cuando comenzaban a sonar una melodia conocida, no si fue por suerte que se me aproximo el deseo de pensar que lo mejor sería apagarlo, pero mi madre quien gusta de musica mañanera, me quito la mano del encendido, y sin mirarme, me trajo una cuchara en la boca con sabor agridulce, diciendome: -he comprado unas, estan en la bolsa, ve y coge las que quieras-, yo que no solía comer esos majares de pequeño, me di media vuelta y sin pensar en el que dira mi madre, me aleje de la ella, rumbo a la calle, donde una maquina con ruedas, pintaba la calzada de un ollin negrusco, no me atreví a mirar con detenimiento y me fui de ahí, en aquel momento una señora en medio de la calle sacaba un pequeño aparato que acaba de comprarse y, por casualidad su menor hijo dejo fuera, donde el color grasiento de la brea había cubierto del todo; ella que sacaba y en el auxilio, otro de los vecinos que miraban la esena, pasaban la voz a los maquinis...
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